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Los dos goles de Funes Mori le dieron la victoria a River. |
Finalmente, el primer triunfo de la temporada se dio contra Estudiantes de La Plata, en el Estadio Único. Un partido que comenzó flojo y terminó relajado. La victoria de por dos tantos contra cero, ambos goles de Rogelio Funes Mori.
Luego de la derrota contra Belgrano, era necesario dar cátedra del nivel de River. Por la historia, por el momento, por la gente. Y los primeros cuarenta y seis minutos (contando el minuto adicionado) no fueron lo que se esperaba.
Impreciso, nervioso, sin claridad, River sufría el partido. No en el arco, donde Barovero demostró que puede llegar a ser el arquero que desde hace tanto tiempo esperamos. Bien descolgando centros, saliendo rápido cuando fue necesario, y tapando un mano-a-mano con frialdad.
Donde River sufría era en la mitad de la cancha. No podía generar juego, no encontraba identidad. Estudiantes tenía los mismos problemas, aunque se las ingenió para llegar hasta el arco algunas veces, aunque sin peligro claro. La llegada más clara del primer tiempo estuvo en la cabeza de Trezeguet, quien se convertiría en una de las figuras del segundo tiempo.
Al final del primer tiempo, no fue cobrado un claro y alevoso penal para Estudiantes. Como hincha de River, pido perdón a todos los simpatizantes de Estudiantes. El arbitraje fue vergonzoso.
Nadie sabe qué le habrá dicho Matías Almeyda a sus dirigidos en el vestuario, pero definitivamente sirvió de algo.
Ponzio entró al segundo tiempo con un ímpetu y una garra que contagiaron al resto del equipo. Mercado, en menor medida, también aportó lo suyo en ataque, aunque no fue nada determinante. La defensa no se complicó, aunque abusó del pelotazo (sobre todo González Pírez).
Fue entonces que apareció el Rey David, y cambió el rumbo del encuentro. Le dio un magnífico pase a Lanzini para que quede mano a mano con el arquero. ¿Intentó picársela al arquero? ¿Quiso hacerle un pase a Funes Mori? No lo sabemos, pero lo que es seguro es que desaprovechó esa inmejorable oportunidad.
Y luego volvió a aparecer Trezeguet, dando nuevamente un magistral pase-gol, esta vez a Rogelio Funes Mori, quien no desaprovechó esta oportunidad y le dio a River Plate el gol que le dió la victoria.
Estudiantes se quedó golpeado luego del primer gol, a los ocho minutos del segundo tiempo. Ponzio y Aguirre (ingresado por Cirigliano, de modesto partido) no dejaron descansar ni respirar a los volantes de Estudiantes.
Un error en una salida de Estudiantes, la pelota pegó en Ponzio, Funes Mori recibió el rebote, corrió hacia el arquero del Pincha, y convirtió el segundo gol. Alegría para toda la gente de River, desilusión para la hinchada local.
El resto del partido fue un trámite. River molestando en el sector del campo correspondiente a su rival, y Estudiantes buscando sin idea alguna un milagro.
Ya más tranquilo, River intentó jugar calmado. El ingreso de Rojas por Lanzini fue para mostrar que cualquiera de los dos podrá hacerse cargo de la banda izquierda ante el llamado del técnico, y el Lobo Ledesma fue el cambio para ganar tiempo.
Ya sobre el final del partido, un pase entre líneas a Funes Mori que éste último desvió hacia Trezeguet hubiese sido el merecido gol del franco-argentino. Pero el lineman cobró una posición adelantada inexistente, y David Trezeguet se quedó sin su gol. El mismo lineman que no cobró el alevoso penal para Estudiantes. Si el Colegio de Árbitros pretende ser una institución seria, este hombre debería tomarse unas vacaciones la próxima fecha.
River ganó. Los hinchas festejan. Ahora, a prepararse para Tigre.
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